Maravillado quedo el rey ante el coro real de su colega, la clave de su éxito fue que el rey conectó con su gente, confiaba en el talento que desprendía del pueblo, confió en su maestro y en sus músicos, fue toda una armonía, el coro creyó en el proyecto del rey y dieron lo mejor de sí mismos, moldearon cien voces en una, lograron convertir los sentimientos más íntimos del rey en música. El rey visitante quedo atónito ante tan esplendoroso espectáculo y ambiciono hacer realidad ese proyecto en su reino.
La parábola de las voces funciona bajo dos ejes, el reino y el pueblo, ambos deben hacer sinergia para que el proyecto funcione, el rey visitante cometió un fatal error, él y su corte estaban totalmente desarraigados de la realidad de su pueblo y es aquí donde el sistema se cae a pedazos, el pueblo no aprobó el proyecto del rey, pero supo manipularlos acallando sus quejas a sobornos, funciono todo de maravillas, cada cierto tiempo tenían que aumentar los premios pero eso era lo de menos. Hasta que un valiente disconforme alzo la voz por todo un pueblo adormecido por las aspirinas del reino. Cantó distinto, hizo escuchar la voz del pueblo y aunque dio su vida les demostró que el proyecto era un fiasco, demostró que el verdadero concierto era el pueblo mismo, ahí era en donde se tenía que construir la hermosura.
Últimamente esto pasa en nuestro país, las voces que emanan del gobierno, no es lo que quiere y necesita oír el pueblo, el presidente no ha querido escuchar las necesidades dolientes que sufre el pueblo chileno, no ha hecho sinergia con la gente, no conoce la realidad que se vive en Chile, un estado que habita en su propia burbuja, completamente desarraigado de la realidad de su país, de ahí nacen las frases más célebres de nuestros diplomáticos, el ex ministro Fontaine y su llamado a levantarse más temprano para alcanzar la tarifa baja del metro, el ex ministro de vivienda Cristián Monckeberg afirmando que la mayoría de los chilenos son propietarios de una casa y dos departamentos, Sebastián Piñera asegurando que Chile es el oasis de América Latina, entre otros muchos dichos y no solo dichos, sino que acciones que demuestran el desapego que mantiene el estado con la realidad de su pueblo, increíblemente tal como la parábola de las voces lo dice, el gobierno confecciona su plan de gobierno, ostentando la realidad extranjera de países que si tienen una conexión de respeto por su gente, al menos respetan sus derechos humanos básicos y acceden gratuitamente a todo lo que a nosotros nos venden a costos elevadísimos, lo vemos inclusive en el marketing y publicidad de la campaña presidencial de piñera en contraste con la campaña estadounidense Donal Trump, es idéntica …, el coqueteo de piñera con el mismo presidente mostrando una pequeña bandera chilena dentro de la bandera gringa o de una manera más profunda, el manejo de la pandemia en base a la experiencia extranjera de países desarrollados, cito el famoso titular sobre Chile del medio de noticias económicas y financieras Bloomberg: “Siguió el ejemplo de países ricos (…) y se dio cuenta que un gran porcentaje de sus ciudadanos son pobres”.
Planes imposibles de llevar acabo en un país que mantiene una realidad tremendamente pobre. Un país en donde la carne molida es el producto que más se compra a crédito, en donde la vivienda, la salud, la educación, el trabajo, no es un derecho, es un negocio. De que sirvieron los hospitales de inversión millonaria que ningún pati-pelado pudo costear, de que sirvió aparentar frente al mundo que chile es un oasis cuando surgió la crisis de los 30 pesos si nuestro sistema político es el hazme reír en los estudios de sociología en Harvard.
Es justo después de cada error del gobierno que se escucha esa famosa frase “nadie lo vio venir” y es porque aparentan tener todo en orden, aparentan dar una buena educación, aparentan dar una buena salud, aparentan ser un buen gobierno. Aparentemente sus proyectos son fantásticos, las AFP, los sistemas de pensiones, José Piñera lo parodiaba como un Mercedes Benz, sistemas que aparentemente funcionan, pero que no le sirven a nadie, de pésima calidad e indignos, cuando el gobierno se ha preocupado de aparentar que existen los sistemas y están bien distribuidos en el país, pero la realidad es que su funcionamiento es de pésima calidad, casi como si no existieran, la mejor excusa ante los reclamos de un pueblo aburrido de esta desigualdad es esa … “No lo vimos venir … mejoraremos”.
Espero que estemos cumpliendo con la última parte de esta parábola, espero que los premios del gobierno, 10% del AFP, bonos y otras aspirinas no nublen el juicio de la voz de un pueblo que clama por justicia, muchos valientes lo están cantando y otro que por hacerlo en el estallido social justo ahora están padeciendo en la cárcel como presos políticos, algunos dieron un ojo, otros dos, otros la vida y hoy por fin el pueblo está entonando la misma voz de ellos, la voz que clama por igualdad, por una vida más digna, hasta que la dignidad se haga costumbre.
2. Señala y aclara los elementos que se repiten en los textos de vocación.
Escasamente se
encuentra registrada la vocación de los profetas en la escritura, estos se
distribuyen entre los pasajes de: Is 6:1ss; Am
7:10-17; Jer 1:11ss; Ez 2:1ss. Las similitudes que se encuentra es que los
profetas tenían que hablar en medio de un pueblo malo, malvado y criminal. Esta
acción profética consiste en hablar en medio de una situación de pecado o de
crímenes que cometen unos a otros, es ahí donde hay que actuar, en medio de la
opresión, es una misión en beneficio de la comunidad y no en beneficio de la
perfección particular del profeta, es enviado para salvar a otros y no así
mismo, su mandato es transformacional "para destruir y arrancar el mundo
existente”, ponen una palabra de Dios frente a situaciones donde "cada
cual arma red contra su hermano" y donde hay quienes a lo malo
llaman bueno … (Is 5:20).
Algo que se destaca en los relatos de vocación es que nadie quiere ser profeta. Todos tienen miedo: "no temas delante de ellos". (Jer 1:17)
"y tú hijo de hombre, no les temas ni tengas miedo de sus palabras". (Ez 2:6)
Cumplir una misión profética significa luchar, y no callar, decir la verdad (Ez 2:4-5; Jer 1:18, 19; Am 7:12-13).
También todos tuvieron un pretexto:
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Moisés tenía
problemas con su lengua (Ex 4:10ss).
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Para Isaías su
problema es su impureza (Is 6:5)
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Para jeremías el
problema es su edad (Jer 1:6)
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Para Ezequiel además
del miedo a la casa rebelde no sabía que decir (Ez 3:3-6)
Los pretextos no son válidos, porque el hablar profético es asunto de Dios mismo con sus palabras que deben transmitir ("habla a ellos con mis palabras", Ez 3:4b).
Tienen una fórmula clásica con la cual los profetas definen su misión: ser portavoz del señor.
A pesar de no saber qué decir y del gran peligro que significa hablar donde todo callan, sienten que no pueden hacer otra cosa, sino dejar que esta palabra que la toma de sorpresa -les sobreviene- salga de su boca.
(Ez 2:4,5 y Is 6:9,10), aunque la palabra profética será rechazada por los oyentes, el profeta debe continuar.
En todos los relatos de vocación se habla de este rechazo, es como si el relato mirara hacia atrás a lo que fue la vida y la misión del profeta. Era como que resume en un par de frases aquel momento intensamente trágico que el profeta ve y experimenta al no creer en sus palabras, y que queda como " ese loco del campo"
Es sabido que en la Araucanía el pueblo mapuche lucha por conservar su cultura y sus tierras, que les pertenecen por herencia ancestral y es que la cultura mapuche tiene una especial relación armónica con la naturaleza, para ellos se sitúa en el lugar de lo sagrado. Se consideran así mismo como parte de la tierra, por ende, también consideran la vida humana como sagrada, también los animales, las plantas, el suelo y el resto del mundo material. La vida fue entendida como una gran cadena, y desde esta conciencia, entienden que un ataque a la naturaleza, produciría daño para todos. La creencia Mapuche se vive en conexión profunda con la tierra. Para ellos el mundo natural es un testimonio del mundo espiritual y son capaces de luchar por proteger sus tierras, hasta la muerte ya que lo único que los ha mantenido en el tiempo es la resistencia.
Hoy esta hermosa cultura es atropellada por el estado chileno y trata de oprimirlos de todas las maneras posibles, el territorio es una zona completamente militarizada, nadie respeta el legado de este pueblo olvidado, nadie saca la voz por ellos para defenderlos, para ayudarlos, pues hacer algo significa irse en contra de todo el sistema político, es aquí donde veo la plomada del albañil del Señor y resulta chueca, debemos defender a este pueblo, que clama por justicia, por respeto y por sus tierras.
4. ¿Qué intenta decir el autor al enunciar que los profetas “sienten con los ojos la palabra del Señor?
Los profetas se caracterizan por no ser hombres estáticos, entes pasivos dentro de su mundo, eran seres activos, andaban de un lado a otro dentro de la ciudad, con los ojos bien abiertos, atentos a las desigualdades que surgían dentro del pueblo, es por eso que cuando veían una nueva situación de injusticia, justo en ese momento veían palabra del Señor, de ahí que vienen los textos, palabras que vio amos, palabras que vio Isaías, palabras que vio miqueas. La palabra le viene al profeta (Miq 1:1; Jonás 1:1; Joel 1:1; Oseas 1:1, etc.), frente a cada nueva situación, cada día nuevo, tenían que descubrir palabra de Dios.
Fue esto lo que les hacia sentir con los ojos, ver y denunciar las injusticias que se cometían día tras día. A pesar de las persecuciones deciden no guardar silencio y alzar su voz, es todo esto lo que está presente en la expresión “palabras que vio amos”, “palabra del señor que le sucedió a miqueas en los días de… “
5. ¿Cuáles formas de proclamar el mensaje se hallan en los profetas?
Los profetas acotaron todos los medios para hacer llegar el mensaje profético, ya que la población era pequeña permitió que algunos de los grandes profetas fueran figuras públicas, en lo que ahora sería una ciudad pequeña de provincia, ser una figura pública les ayudó mucho para distribuir su mensaje.
Los profetas hablaban públicamente, en los lugares más transitados de la ciudad, donde se reunía el pueblo y donde estaban los ancianos (gobernantes), en el templo y el palacio. Otras formas de proclamar el mensaje fueron poniendo por escrito sus palabras (Is 8:16-20, Is 30:8; Jer 30:2, Ez 24:2 y Hab 2:2), aunque generalmente lo hacían sus alumnos, como el caso de Jeremías cuando se le prohíbe entrar al templo y profetizar allá, le dicta a su secretario Baruc sus profecías para que la lea (Jer 36:6).
Cuando las palabras no eran suficiente, la mejor manera de acudir a la conciencia de la gente es hablar en términos e imágenes que entienden, lo más chocante posible, asique ellos mismos encarnaban el mensaje, se entregaban en cuerpo y espíritu a hacer teatro callejero o teatro popular, dejando imágenes muy chocantes ante los ojos del pueblo, se catalogan como vulgares ya que el asunto del que hablaban era vulgar, basta con leer Ezequiel 16:20-63. Esto lo hacen con el fin de que el pueblo, el rey, los ricos se avergüencen de sus actos.
Ezequiel 12:2-7, muestra como el profeta actuaba delante del pueblo, haciendo una obra de teatro, pero sin hablar. Cada espectador se ve reflejado en esta pantomima y sabe de qué trata: un hombre que sale en cautiverio, su rostro cubierto y sobre sus hombros sus enseres de marcha.
Algunas de las acciones simbólicas de los profetas fueron:
“Cómete este rollo”; “Toma un adobe y dibuja sobre él”; “Prepara enseres de marcha y parte de día delante de sus ojos”; “Hazte coyunturas y yugos y ponlos sobre tu cuello”; “Ve, ama a una mujer amada de su compañero”, El AT habla de 32 acciones simbólicas en los profetas.
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Isaías anduvo desnudo
por tres años. (Is 20:3)
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Ezequiel se cortó el
pelo y lo peso en una balanza (Ez 5:1ss)
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Ezequiel se comió un
rollo (Ez 3:1ss)
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Jeremías anduvo con un
yugo sobre sus hombros (Jr 27:3)
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Ezequiel se disfrazó
como exiliado (Ez 12:3)
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Ezequiel cocía el pan
a vista de ellos con el fuego de excremento humano (Ez 4:12)
Los profetas fueron una señal ambulante que se entregaban con alma y cuerpo a su misión ellos mismos y toda la familia, todas estas formas utilizaron los profetas para proclamar el mensaje de Dios.
El mensaje del profeta fue palabra destinada a cambiar el
modo de pensar de la gente, avisar a los impíos que cambien su camino. Valientemente
sin importar las consecuencias, su labor principal fue que con sus palabras
lograran “asaltar las conciencias”, esto les permitía rasgar el tejido de la
sociedad con el fin de construir un mundo mejor, desde su presente lograban
construir un futuro mejor, como el alfarero, crear nuevos mundos, nuevas
posibilidades, remodelar a la gente atreves de sus palabras, en cada escenario
de desigualdad o injusticia, proclamar la voz del Señor, pues hacerse
profeta es redescubrir a Dios en las facciones sufrientes del rostro del otro. Atreverse
a ser voz y palabra de los que sufren en silencio.