Hace algún tiempo atrás, meditando en el
comportamiento y los escenarios que deparan los tiempos actuales, me he visto
en la necesidad profunda de hacer llegar un mensaje el cual ha cambiado mi vida
en lo absoluto.
Un mundo lleno de necesidades personales,
tanto físicas como mentales, han inundado la conciencia de muchos, aspiraciones
y sueños que vemos desaparecer a medida que avanza el tiempo, algunos logramos
cumplir y otros se esfuman, al final de todo el resultado es el mismo, seas
rico o pobre, poderoso o desamparado, terminamos teniendo un gran vació en el
corazón, ese vació que nada puede llenar, tratas de suplirlo con el dinero, las
distracciones, los placeres de este mundo, quien quiera que seas, que fuera lo
que hagas, un día sentirás ese vació en ti, sentirás ese vacío que nada ni
nadie lo llena.
Cuantos llantos hemos ahogado en la
garganta y se hace el mejor esfuerzo humano para seguir adelante sin importar
que tu cabeza resbale por encima de tus hombros a causa de la angustia, solo
importa seguir por que mañana es otro día, solo importa que llegue la noche
para cerrar los ojos porque es lo más cercano a la muerte. ¿Qué has estado
pensando últimamente cuando estas repleto de amistades?, aun reconoces que, si
otros fueran tú, aquella persona seria tremendamente feliz y es aquí donde me
surge una pregunta ...
¿si nada terrenal te da fuerzas, que es lo
que te falta ?, ¿será que eres incomprendido, algún tipo de individuo el cual
no fue hecho para este mundo? o será que los tips del psicólogo, las pastillas
del psiquiatra y la droga ya no funcionan.
Querido amigo, solo existe un camino para
quitar eso de ti y obtener esa medicina que te falta. Su nombre es Jesús el
Hijo de Dios, él es el único que puede llenar el vacío y pelear la batalla por
ti.
2 Crónicas 7:14
si se humillare mi pueblo, sobre el
cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren
de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados,
y sanaré su tierra.
Salmos 55:22
Echa sobre el SEÑOR tu carga, y Él te
sustentará; El nunca permitirá que el justo sea sacudido.